Se hace presente que hay varios tipos de bullying con implicaciones diversas, pero lo que me interesa comentar es que esta problemática, contrastado desde mi experiencia, no suele generar la repercusión adecuada. En el aula más de una vez hemos visto a un compañero/a aislado de los demás, del que se ríen, insultan, ponen motes, etc.; e incluso convenciendo a todos para que lo dejen de lado.
Como futuros educadores/as, nuestro objetivo no solo será transmitir una serie de contenidos, sino velar por la integridad de todos y cada uno de nuestros alumnos/as. Por ello deberemos prestar especial atención a los niños o niñas que presenten estos "síntomas": rechazo, tristeza, o apatía, entre otros.
A lo que pretendo llegar es a que es responsabilidad de TODOS/AS hacer del contexto de las clases uno inclusivo y motivador. Luchemos por acabar con este mal y hacer del ambiente del centro escolar uno donde nadie se sienta rechazado, excluido ni amenazado.
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